jueves, 8 de abril de 2010

Bienvenidos al "inferno"...

Un barco no se hace en un día, ni lo hace una sola persona, ni navega solo; porque es entonces cuando naufraga... Izemos anclas, mantegamos firme el timón y gritaremos "tierra".

Virginia Téllez; Manuel Pró y Carlos A. Diego, darán forma a esta locura. Un koan de la existencia. Uno más, pero no uno cualquiera. El pasado, la deuda, el acecho... ¿Y la vida?








Alineación a la izquierda













"Negra como mi necesidad, sangrante como mi corazón"
August Strindberg






ACREEDORES...


... O el dominio del pasado sobre el presente. Acreedores nos presenta un singular triángulo donde el verdugo y la víctima se funden en un solo ser. Donde no hay cabida para otra cosa que no sea la destrucción y donde la verdad se revela cuando es, demasiado tarde.

Un matrimonio pasa unos días de descanso en un balneario: Tekla y Adolfo. Aprovechando un período de ausencia de la mujer; el ex-marido, Gustavo, se presenta a Adolfo como su salvador. A partir de aquí comienza un sucio juego en el que la victoria dará la mano al más fuerte: Gustavo.

El pasado consigue imponerse ante el presente y el futuro se convierte en un mero espejismo de la existencia.

Llegando a tierra...

Ya está cada vez más cerca, el momento de encerrar en la jaula a esa mariposa del tiempo, que se vió atrapada por el pasado... En vuestras manos dejo ahora el barco. Os convoco a capitanear con vuestro aliento; este trabajo que se ha hecho, no sin esfuerzo, pero con muchas ganas y un puñadito de la sal, del cariño que por este arte, tenemos los marineros que esperamos alcanzar Ítaca, en vuestro sincero aplauso.
El estreno de Acreedores tendrá lugar los días 3 y 4 de mayo de 2010, a las 20:30 horas. El lugar; la ESAD de Málaga. C/ Bela Bártok, s/n (Teatinos-junto a la fuente de los colores).

Gracias, por no faltar a la cita.



Ensayando...


jueves, 3 de diciembre de 2009

Mariposas en el tiempo...




La mariposa es un animal capaz de transformar su ADN. Cuando la oruga entra en la crisálida, su código genético es totalmente distinto al de la mariposa que sale de ella. Simboliza la libertad, la capacidad de transformación, el cambio.

¿Se puede enjaular una mariposa? Se puede. Strindberg lo hace en Acreedores. Los personajes se han quedado atrapados en el tiempo. En una suerte de jaula invisible que nace de sus propios miedos, inseguridades y delirios. El tiempo les ha engañado y ellos han aceptado el engaño, de modo que no hay verdugo, pero sí víctimas. Víctimas de sí mismos. Del lastre del pasado que se niegan a dejar atrás. Víctimas de una mentira que cobró forma de verdad. Víctimas de un pasado que no perdona a los débiles y que no permite la libertad, la transformación ni el cambio.

Pero, para que haya víctimas tiene que haber verdugo... luego, quién es la víctima y quién el verdugo en Acreedores.





August Strindberg


A los veinte años inicia Strindberg su carrera literaria. Desde ese momento, vida y literatura se confunden para él. Sus vivencias le proporcionan el material de sus obras y sus obras se convierten en los acontecimientos decisivos de su biografía. Tenía esto tan claro que en diversas etapas de su vida, se quejaba de no poder distinguir la frontera que separa lo vivido de lo inventado.

Strindberg nace en Estocolmo en 1849. Su padre es un comerciante acomodado y su madre, una criada; una mujer liberal para su época y con convicciones fuertemente religiosas. La diferencia de clases entre sus padres, marcaría a Strindberg de por vida, hasta tal punto que llega a reflejarlo en varias de sus obras: El hijo de la criada o La señorita Julia; son un ejemplo de ello.

A los 26 años de edad, es ya, un escritor con una obra estrenada en el Teatro Real Dramático, y un periodista conocido. Trabaja entonces como ayudante en la Biblioteca Nacional de Estocolmo. 1875 es también el año en que conoce a Siri von Essen, quien sería su primera esposa.

En 1879, verá la luz El salón rojo, obra que lo convertirá en el escritor más importante del movimiento renovador sueco. Es su consagración literaria y cuenta con tan sólo treinta años. No obstante, tres años después, de la mano de El nuevo reino, Strindberg tendrá que comenzar un exilio voluntario, debido a la atroz crítica que esta obra supone: no sólo se contenta el autor, con atacar a uno de los monumentos más importantes de Suecia, sino que arremete contra todo el "establihsment" político y literario del país.

Entre 1887 y finales del siguiente, escribe en Dinamarca Acreedores y La señorita Julia. El verano del 87, lo pasa junto con su primera mujer y sus hijos, en casa de unos amigos. Strindberg tendrá una relación con una de las niñeras de sus hijos, menor de edad, que le acarreará un largo, costoso y doloroso proceso que no olvidará jamás. El hermano de la joven, amenaza de muerte al autor y, pese a ganar el juicio, el proceso, junto con los ataques que no cesaban de acosarlo, llevó a Strindberg a la convicción de que había alguien manejando los hilos, alguien que lo perseguía sin darle cuartel, y esa idea, unida a la incomprensión de Siri y sus dificultades matrimoniales, le hizo echar la culpa de sus males a los movimientos feministas, que a partir de entonces se convierten en su bestia negra.

A finales de 1887, escribe Alegato de un loco y lo hace, con el fin de demostrar que no sufre ningún tipo de desequilibrio mental. Esto se debe a que por estas fechas, Siri, intenta por todos los medios, conseguir un documento médico que certifique la incapacidad psíquica de su esposo. En 1891, Strindberg y Siri se divorcian.

La segunda esposa y la crisis de Inferno. En 1893, Strindberg se casa con Frida Urlh. Este matrimonio, al igual que el anterior, no sería feliz ni duradero. Un año más tarde, el matrimonio vive separado: Strindberg está en París y apenas tiene contacto con su mujer y su hija, fruto de este segundo matrimonio. Las cartas que vienen y van son, ora una declaración de amor; ora una de guerra y, finalmente, tres años después de casarse, el matrimonio se divorcia.

En medio de esta relación "non grata"; Strindberg se obsesiona con la extracción de oro a través de los metales y dedica su tiempo y esfuerzo a complejos procesos alquímicos, en busca de la piedra filosofal. Es éste también, el tiempo en que está convencido de que existe una conspiración eléctrica contra él y deambula de hotel en hotel, en busca de una salvación que, no conseguirá alcanzar.

La lectura de Swedenborg, agraba más que aclara. Para él, la tierra es el infierno mismo, del que el hombre no puede escapar, ya que es una fuerza superior la que lo retiene.

Strindberg vuelve a su país en 1899, una vez superada la crisis y allí permanecerá hasta el final de sus días. Un cáncer acaba con su vida en el otoño de 1912, en el mismo lugar que lo vió nacer. A su entierro, asistieron más de cincuentamil personas.